¿NOS CONOCEMOS?
Somos una marca británica histórica pero moderna, fundada en 1924, con una larga tradición de contribuir al avance de las personas. Basándonos en 100 años de excelencia en la ropa de abrigo e innovación en las prendas para motociclismo, hemos equipado a generación tras generación con artículos duraderos para sus actividades de ocio favoritas.
A lo largo de las décadas, hemos diseñado trajes protectores para pilotos de carreras con el fin de aportarles la confianza para poder ir más rápido. Hemos desarrollado jerséis con capucha cortavientos para ayudar a los marines a capear cualquier tormenta. Hemos creado prendas aislantes para que los montañeros puedan escalar hasta lo más alto.
Pero hay un concepto en el corazón de todos estos esfuerzos: el espíritu independiente.
NUESTROS INICIOS
Belstaff Manufacturing Ltd se constituyó en Stoke-on-Trent, Staffordshire (Reino Unido), en una época en la que las actividades de ocio estaban adquiriendo un cariz más accesible y liberador. Nuestros fundadores, Eli Belovitch y Harry Grosberg, eran pioneros que buscaron nuevas tecnologías textiles, en particular en el ámbito de la impermeabilización.
En esa época, la industria algodonera del norte de Inglaterra empezaba a flaquear, pero Eli y Harry, gracias a Belstaff, generaron nuevas oportunidades. Se trata de una empresa que pusieron en marcha dos trabajadores inmigrantes judíos, que creció hasta convertirse en una marca arraigada en la historia y la cultura británicas.
A lo largo de los muchos capítulos de la historia de Belstaff, hemos evolucionado, nos hemos adaptado y hemos afrontado momentos difíciles, pero la esencia de la marca sigue intacta: britanidad, innovación y aventura.
CRONOLOGÍA
EL ESPÍRITU DEL AVE FÉNIX
El icono del ave fénix, que se presentó como primera vez como marca de calidad en nuestra chaqueta Trialmaster definitiva de los años 50, se ha convertido en una medalla de honor para nuestra comunidad. El ave fénix refleja los espíritus independientes que lo han lucido a lo largo de su historia, es mucho más que una prueba de calidad, representa nuestro deseo de hacer las cosas de otra forma.